¡En serio! Atrévete a ser egoísta para estar bien tú y así poder estar en condiciones óptimas para cuidar de los tuyos.
¡Piénsalo, no es tan descabellado!
¿Por qué ser egoísta?
Ya sé que para mucho ser egoísta esta mal visto y lo consideran, más bien, como un defecto, pero deja que te diga que hay egoístas y egoístas.
Lo primero, para cuidar de otros necesitas estar bien tú, sino, ya me dirás cómo te lo montas para conseguirlo.
Muchos se lazan a ayudar a otros, colocándose en un segundo plano. La falta de tiempo y las obligaciones diarias son muchas, en fin, que si ese es tu caso significa que estás poniendo por encima de ti otras “supuestas” prioridades. Terminarás sintiendo:
- Cansancio
- Tristeza
- Estrés
- Agobio
- Frustración…etc.
Todas ellas son señales de mal estar y te están mandando un aviso:
¿Dónde queda la prioridad de dedicarte tiempo y cuidar de ti?
Veamos en qué situaciones deberías ser egoísta para beneficio de todos:
Ser más egoísta con tu tiempo.
Insisto, dedícate tiempo a ti.
Nadie dice que no puedas o no sigas ayudando, colaborando o dedicando tiempo a los demás. Estoy hablando de darles tiempo de calidad. Para eso es imprescindible que tú te sientas bien a nivel físico, mental o emocional. Sin signos de agotamiento, estrés o con un sinfín de compromisos.
¡No puedes dar lo que no tienes!
Uno, no siempre esta motivado o con las mismas ganas y estado anímico necesario para prestar atención y ayudar a resolver problemas ajenos.
Necesitas tiempo para descansar, para pensar en ti y gestionar tus emociones. Es básico para decidir cómo quieres seguir navegando por la vida.
Usa algo de tiempo en ir de paseo, salir con los amigos, leer un libro, invertir en un masaje o simplemente, perder la mirada en el techo desde tu mullido sofá.
¡Atrévete a ser egoísta! Vivirás mejor el presente y te sentirás bien, tanto a nivel mental como emocional. Estarás mejor preparado para escuchar o entregarte, sin agobios y sin pensar en todo lo que te queda por hacer.
Ser más egoísta con tu bienestar físico, mental y emocional.
Dedica tiempo para cuidar tu salud y procesar tanto tus pensamientos como tus emociones.
¡Es imprescindible para que te sientas bien!
Haz algo de ejercicio físico. No se trata de correr la maratón, pero sí de mantenerte en forma. Come de forma saludable y si no sabes cómo ¡Infórmate!
Aprende a gestionar tus pensamientos y emociones.
No te fíes de tu cerebro, te engaña y puede distorsionar la realidad para crearte sensación de seguridad.
Revisa las historias que te cuentas y analiza en tus emociones para detectar pensamientos tóxicos. Son los que te mantienen en la rueda de hámster y puedes sustituirlos por otros que “molan más” y te llevan a la acción.
Evita crearte necesidades que no te hacen falta, tanto materiales como emocionales. (PDCT 6)
Revisa tus valores o filosofía de vida y relativiza, porque:
¡No hay que tomarse la vida tan en serio, hay que disfrutarla!
Si tienes que ir en busca de la autoestima perdida. Vé ¡ya estas tardando!
Si quieres cambiar el rumbo de tu vida y necesitas formarte ¡Hazlo!
Comprender el significado de lo que vives o sientes y encontrar lo que la vida te está señalando puede llevar su tiempo. Da igual si inviertes horas, días o semanas, importa que seas egoísta con aquello que te preocupa, que te toca experimentar o quieres aprender.
Recuerda que las emociones que sientes son un pozo de sabiduría para tu bienestar y tu camino de vida.
Ser más egoísta en tus relaciones.
Al igual que de vez en cuando haces limpieza en tu casa ¿Por qué no hacerlo también con tus relaciones?
Las relaciones personales nos ayudan en nuestro desarrollo personal y emocional.
Es importante rodearse de personas de confianza a quienes puedas hablar sin miedo, sin que pretendan manipularte y que te brindan su apoyo, pase lo que pase, respetando tus tiempos, tus decisiones y tu esencia.
Pero no todos evolucionamos igual, así que, de vez en cuando “haz un barrido” con la ayuda de estas preguntas:
- ¿Qué relaciones te hacen daño? y ¿Por qué?
- ¿Qué personas sientes que te intentan manipular a nivel emocional?
- ¿Qué relaciones restan a tu vida o ya no te aportan nada?
- ¿Cuáles suman, te respetan y te hacen aún más feliz?
Observa, piensa y valora:
¿Por qué no reducir, limitar o incluso abandonar ciertas relaciones y potenciar otras?
Tienes derecho a ser egoísta. Es tu responsabilidad cuidarte, así que por tu salud mental y emocional, no dudes en eliminar de tu vida a quienes entorpecen y frenan tu felicidad y crecimiento personal.
Una relación saludable es aquella en la que puedes:
- Ser amado y respetado con tus virtudes y tus defectos.
- Hablar sin juicios.
- Desahogarte sabiendo que, pase lo que pase, tu confianza no será traicionada.
- Pedir, dar o recibir sin esperar nada a cambio.
- Llegar a acuerdos en los que ambos estéis satisfechos.
Con algunas relaciones solo necesitarás hablar, para solucionar algo. Con otros, quizás debas poner límites y en otros casos, simplemente deberás quitártelos de en medio. ¡Y no pasa nada! Es parte del ciclo de vida.
¿Quieres un consejo?
¡Búscate un amante…o varios!
No me mal interpretes ¿eehh? ¡Que te veo venir!
Un amante es una persona que sabe amar, sin más. Con todo lo que eso implica. Lo otro es un rollete, un polvo… o como lo quieras llamar, pero no es el tema de hoy.
Si quieres una vida llena de amor, elige rodearte de personas que sepan amar o que como mínimo, estén dispuestas a aprender.
Conclusión:
Atrévete a ser egoísta. ¡Venga, date el gusto!
Lo necesitas para tener más tiempo, mimarte, hablar contigo y seguir creciendo.
Conseguirás:
Ser dueño de tu vida y que no sea la vida quien decida por tí.
Te retamos a conseguirlo… ¡Con 1 par!

Escrito por: Rosa - (pincha aqui para conocerme un poco)
Fuente: Ocurrencias mías.