Lecciones de vida...
En una sociedad en la que el individualismo es una norma de vida, este virus nos mandó un mensaje claro: solo saldremos de ésta si hacemos piña. Una de las lecciones de vida que hemos experimentado…
Ese sentir ha hecho surgir en muchos el valor de la empatía, de ser parte de algo mayor. Algo que va más allá del yo, y del que somos responsables, y que ello, a su vez, se responsabilice para con nosotros: el sentimiento de pertenencia a un colectivo, que cuando se deja llevar por el amor, es solidario con quienes le necesitan. Sacando lo mejor de nosotros, tejiendo redes de ayuda al prójimo, colaborando en todos los ámbitos, sea personal o profesional, enfrentando el dolor, propio o ajeno, la escasez de material, las dificultades habidas y por haber…
Pero no olvidemos que otros muchos, siguen cegados por el miedo, llenos de odio, dispuestos a lo que sea con tal de encontrar un culpable que les exima de ver la realidad, y sobre todo de verse a ellos mismos, lo miserables que pueden llegar a ser y son.
... que no aprendemos.
No podemos tolerar la falta de ética y de respeto al otro y a lo diferente y mucho menos que se siembre odio de cualquier tipo, porqué es el camino directo al totalitarismo y la dictadura.
Todos tenemos mucho sobre lo que reflexionar y esforzarnos, y sobre todo mucho que aprender de todo esto.
Recuerda que si «suspendes», las lecciones de vida se repiten.
Pudimos aprovechar el confinamiento forzoso, que hemos aceptado sin cuestionar y dicho de paso, con demasiada facilidad, para tratar cuanto menos de analizar con objetividad, si las decisiones o actuaciones de unos u otros, incluídas las nuestras, han sido o son las adecuadas o las más acertadas, aunque solo sea por no repetir tontamente los mismos errores, que en eso somos especialistas y empezar a buscar soluciones para enfrentar los retos presentes y futuros.
Estos meses nos han recordado lo que es la corresponsabilidad: ser consciente, qué de tus acciones dependen los que te rodean y que tú, dependes de ellos.
Tic… tac…

Escrito por: Rosa - (pincha aqui para conocerme un poco)
Fuente: Ocurrencias mías.