¿Qué significa entrar en el bucle o rueda de hámster?
¿Alguna vez te has parado a observar un hámster haciendo ejercicio?
Se sube a la rueda que tiene instalada en su jaula y comienza a caminar.
Al principio despacio ¡como que disfruta!.
Pero la rueda gira y la rátita acelera el paso.
¡Y cada vez más rápido!
La rueda gira y gira y el pobre animal acelera el paso como si quisiera llegar al final del trayecto.

Pero ¿dónde está la salida?
La endemoniada rueda ha cogido una velocidad perversa y es imposible apearse. Nadie estaría tan loco como para atreverse a saltar.
¡Socorrooooooo! ¡Quiero salir de aquí!
Parece gritar el hámster, pero nadie contesta y el bicho sigue con su carrera frenética y obsesiva.
Ahora ya está desesperado y se deja llevar por la inercia. Corre sin control y sin objetivo aparente. Solo correr por inercia.
¿Estará esperando que la rueda frene por arte de magia?
¿No sabe que para dejar de girar debe abandonar esa carrera absurda?
La solución para salir de ahí está en sus manos, bueno, sus patitas. Pero está tan ocupado en no tropezar que se olvida de dejar de hacer lo que está haciendo.
CONSECUENCIAS DE ESTAR EN BUCLE OBSESIVO
¿Estás en bucle con algún problema?. La inercia es seguir dándole vueltas pero así solo empeoras tu estado de ansiedad y agrandas el problema.
Te estás enfocando en el escenario desde donde se originó la situación adversa, las repercusiones que traerá y los daños colaterales que se deriven.
De ahí pasas a imaginar un próximo escenario que, por supuesto, será más dantesco todavía.
Algo que aún no ha ocurrido pero que recreas en tu imaginación con tanto lujo de detalles que tu cerebro lo da por real y empieza a fabricar emociones acordes a lo que estás imaginando.
Y ahí estás tú, sufriendo una situación que no existe, que es probable que no suceda nunca, pero que te mantiene secuestrado entre el miedo, la rabia, la confusión y el desespero.
¡Socorrooooo! ¡Que alguien me saque de aquí!
Alguien no, Solo tú. Esa es la buena noticia. No necesitas a nadie.
CÓMO SALIR DEL BUCLE O RUEDA DE HÁMSTER

Paso 1
Confirmar que estás dentro.
- ¿Cuánto tiempo o días hace que te obsesiona un tema?
- ¿Estás pensando en presente o en futuro incierto?
- ¿Te estás planteando soluciones o solo te estás enfocando en lo que tienes?
Paso 2
Observa cómo te sientes.
- ¿Angustiado, estresado, enfadado?
- ¿Notas que esa sensación aumenta y que cada vez estás peor?
Paso 3
Coge las llaves de casa y sal a correr.
O pon tu música a todo trapo y ponte a bailar como si no hubiera un mañana.
Elige una actividad que te guste mucho y que requiera movimiento.
Si te diviertes generas endorfinas, la hormona de la felicidad.
¿Lo vas pillando? Si estás disfrutando no puedes estar angustiado, las dos cosas a la vez, no.
Si, en vez de correr o bailar eliges llamar a una amiga de las que siempre escucha, acabarás contándole lo que te está afectando y en vez de salir tú del bucle, acabarás arrastrandola ella.
Mejor será que la llames cuando estés fuera de la rueda obsesiva. ¡Hazme caso!.
Escoge una actividad que requiera toda tu atención para no escapar de nuevo a la obsesiva rueda de hámster.
Paso 4
Coloca “tu problema obsesivo” bajo el microscopio. Es el momento de volverse científico.
Si te funciona mejor, imagínate la situación en una pantalla de cine y observa que el protagonista no eres tú. Le está ocurriendo a otro.

Ahora que puedes centrarte en el problema con la cabeza y el corazón más fríos:
- ¿Cuál es la situación real?
- ¿En qué consecuencias deriva?
- ¿Qué necesitas que ocurra?
- ¿Qué está en tus manos hacer para cambiar la situación?
¿Lo has anotado todo? Recuerda que escribirlo con tu puño y letra es mucho más efectivo y el cerebro lo entiende mejor que si solo lo estás pensando.
Paso 5
Ahora que tienes una lista de posibles soluciones o acciones que mejorarían la situación, es el momento de ¡Ponerse en marcha…Con1par!
Y el momento es AHORA. No mañana o pasado. Si empiezas a moverte, aunque todavía no hayas revertido la situación, estás ocupada en soluciones, no en problemas.
Ese pequeño matiz es lo que lo cambia todo. TODO.
No te preocupes, si la solución no depende de ti, ya habrás anotado esto en el Paso 4:
- Debo aceptar que eso es lo que va a ocurrir y ya veré lo que la nueva situación me depara.
- Voy a centrarme en algo nuevo, que me guste más y necesite mi atención para conseguir resultados.
Al final, no pasa nada por vivir sin ese, eso o así.
Y a otra cosa, mariposa…

Escrito por: Paz Espinás - (pincha aqui para conocerme un poco)
Fuente: Mis paranoias